El cielo está para las aves rapaces surcado de trampas. Chocan en sus vuelos con tendidos y se electrocutan al posarse sobre las torres eléctricas. Poco a poco, las compañías colocan protectores para evitar que las rapaces mueran electrocutadas. Esta semana se ha actuado en una torre de media tensión de la carretera de la Guardia de Xàbia donde hace un mes sufrió una descarga mortal un águila pescadora que estaba en plena migración hacia el sur. Procedía de Finlandia. Se posó en esta torre y cayó fulminada.

Esta línea eléctrica, como antes las del Montgó o las de la Marjal de Pego-Oliva, es ya segura para las rapaces. Dotar de protectores a todas las torres resulta imprescindible para garantizar que el proyecto de reintroducción del águila pescadora en el Marjal de Pego-Oliva y en la Marina Alta iniciado hace dos años tiene éxito.