La alcaldesa de Calp, Ana Sala, del PP, ha criticado hoy que el PSPV pidiese , "como si fuera el tribunal de la inquisición", que cada concejal dijera públicamente si se ha vacunado o no irregularmente contra la covid-19. Ha afirmado que nadie del gobierno local había recibido la dosis excepto la edil de Sanidad, Ana Perles, dado que es sanitaria en el centro de salud calpino y está "en primera línea". Ha calificado el plan de vacunación de "total despropósito". "Ni los propios gerentes y directores de las residencias sabían qué hacer con las dosis sobrantes". "No culpabilizo a nadie. Pero si tengo que echar la culpa a alguien es al ministerio y a la conselleria de Sanidad", ha afirmado, y se ha mostrado hastiada con el debate de las vacunas. También ha asegurado que las tres concejalas que acudieron a la residencia de la Saleta el día que se inyectaron los primeros viales en Calp lo hicieron porque las invitaron. "Llegaban las vacunas a Calp y era una buena noticia, la que llevábamos esperando desde hacía mucho para empezar a recuperar la normalidad".

Mientras, la concejala de Educación, Rebeca Merchán, de Ciudadanos, ha asegurado que a ella y a las otras dos concejalas que fueron a la residencia, la de Servicios Sociales, Noelia Císcar, y la de Sanidad, Ana Perles, ambas del PP, les ofrecieron vacunarse y las tres lo declinaron. "Me lo ofreció la enfermera después de explicarme que con los botecitos salían más dosis. Me dijo que si quería vacunarme, podía", ha aseverado la edil.

El portavoz del PSPV, Santos Pastor, ha considerado que era "gravísimo" que a estas concejalas se les ofreciese vacunarse. Ha indicado que la moción para que los ediles dijeran si se habían vacunado o no era "un ejercicio de transparencia".