¿Por qué los gatos fascinan a los artistas? Jean Siméon Chardin, uno de los pintores más importantes del siglo XVIII, ya dio vida a esa genial naturaleza muerta titulada «La raya» con un felino que irrumpía, juguetón, en la escena. Sobre ese misterio de los gatos, reflexionan treinta artistas de Baleares y la Marina en la muestra «Roncadors, moixos», que se exhibe en la Casa de Cultura de Pedreguer. La ha organizado la Fundació Baleària. Forma parte, de hecho, de su programa «Llonges de Cultura», que une esta orilla de la Marina y la insular.

Arte que ronronea y maúlla en Pedreguer

El arte ronronea, maúlla, se deja acariciar y también se encrespa. El gato inspira se ponga como se ponga. Es un animal de temperamento independiente y pelín atrabiliario. Los artistas lo pintan nadando en las aguas turquesas de Menorca, emulando a Luparca, la loba que amamantó a Rómulo y Remo, o con el pelo erizado (magnífica escultura). Casi parece que se escuchan los maullidos. Los mininos tienen mucho arte. Esta exposición es un gozo gatuno. Y artístico.