De flor en flor. Los almendros inauguran en la Marina Alta el espectáculo de la floración. Colorean la comarca, sobre todo la Vall de Pop, de blanco y rosa. Pero también hay que bajar la vista. A ras de suelo florecen ahora las primera orquídeas del año, las gigantes (Himantoglossum robertianum). En orquídeas, la Marina Alta también es un paraíso. En Xàbia, hay variedad. Las gigantes, que motean los bancales de púrpura y violeta, han surgido ahora en pastizales y bancales yermos de las partidas de Lluca o de Tarraula. Los suelos no son nada del otro jueves. Abundan los matorrales. Y brotan estas espectaculares orquídeas. Luego vendrán las abejeras (las hay en varias zonas del Montgó) y las piramidales (surgen auténticos prados de flores en Tarraula). Cada vez hay más aficionados a la orquideoflora. Prefieren, eso sí, no desvelar los lugares exactos donde florecen estas joyas botánicas. Hay que salir al campo y buscarlas con paciencia.

La conselleria de Transición Ecológica tiene previsto reforzar la protección de las orquídeas y dejar muy claro que está prohibido recolectarlas (solo se permite con fines científicos, educativos y conservacionistas). Es, además, una estupidez, ya que estas especies silvestres no sirven para la jardinería.

Luego vendrá también la floración de los cerezos. La Marina Alta va de flor en flor. Su riqueza botánica es asombrosa.