Dos tránsfugas del PSPV le dan la alcaldía de Teulada al PP y echan a Compromís

Los socialistas se apresuran a expulsar a sus ediles Héctor Morales y Alejandro Llobell, y Puig insta al PP a cumplir el Pacto Antitransfuguismo

Los tránsfugas socialistas Héctor Morales y Alejandro Llobell. | A. P. F.

Los tránsfugas socialistas Héctor Morales y Alejandro Llobell. | A. P. F. / alfons padilla. teulada-moraira

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Dieciocho meses y ni un solo día de paz. El primer gobierno de progreso de la democracia en Teulada-Moraira tiene ya las horas contadas. El próximo 2 de marzo el PP recuperará el poder. Dos tránsfugas del PSPV, Héctor Morales y Alejandro Llobell, le darán la alcaldía al popular Raúl Llobell, el candidato que en las municipales de 2019 fue el más votado pero perdió la mayoría absoluta que los populares habían logrado siempre sin despeinarse (con la excepción de 1999 cuando irrumpió con Ciudadanos por Moraira José Ciscar, luego fichado por el PP).

Los dos socialistas y los siete concejales populares presentaron ayer en el ayuntamiento la moción de censura que liquida el gobierno de izquierdas que ha liderado durante 18 meses (y pandemia de por medio) Rosa Vila, de Compromís. La todavía alcaldesa admitió que ya lo veía venir. Dijo que los ahora tránsfugas han «trabajado al servicio» de la oposición del PP desde que comenzó el mandato. A finales de diciembre, estos ediles tumbaron con los populares el presupuesto municipal. La munícipe les quitó las concejalías. Sin los socialistas, el gobierno local se quedó en minoría.

Morales y Llobell estaban advertidos por la comarcal del PSPV y por el secretario general del PSPV en Alicante y alcalde de Xàbia, José Chulvi, de que solo tenían dos opciones: resignarse a acabar el mandato en la oposición o reconstruir poco a poco puentes con Compromís y volver al gobierno. Les dejaron claro que la moción de censura no se les podía ni pasar por la cabeza. Incluso hoy estaba convocada una reunión de la comarcal socialista para abordar cómo remendar el pacto del Botànic en Teulada-Moraira. Mientras tanto, los dos ediles perfilaban con absoluto sigilo su pacto con el PP.

Y fue presentar ayer la moción de censura y reaccionar el PSPV como un resorte. Los expulsó al instante. Chulvi se apresuró a anunciar que los dos ediles socialistas estaban ya fuera del partido y eran de todas todas tránsfuga. Mientras, el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, instó al PP a cumplir el Pacto Antitransfuguismo.

Antes de la sentencia del Tribunal Constitución del 21 de diciembre de 2017 sobre los derechos a la participación política de los no adscritos o tránsfugas, la expulsión hubiera bastado para desactivar la moción de censura. Pero esa sentencia, que concluía que era «desproporcionado» dejar a estos ediles sin capacidad de acción política, lo ha cambiado todo. Eso sí, ese fallo también instaba a articular otras vías para frenar el perverso efecto del transfuguismo.

Sin embargo, el artículo 73.3 de la Ley de Bases de Régimen Local sí es cristalino sobre los derechos económicos y políticos de los no adscritos que apoyan una moción de censura. No pueden cobrar más ni tener más competencias. Y los dos tránsfugas socialistas vienen de la nada. No tienen concejalías, dado que se las retiró la alcaldesa, y su sueldo se reduce a las indemnizaciones por asistencias. La cuestión del sueldo no es nunca baladí. Los dos exsocialistas se van a llevar un buen chasco si se quedan de concejales rasos y no pueden rascar una dedicación exclusiva o parcial.

Así las cosas, en Teulada-Moraira ya no hay tutía (antiguo bálsamo que lo curaba todo). Vamos, que no hay remedio. Pero lo de «La T. I. A.» viene al pelo. Era la agencia de inteligencia de Mortadelo y Filemón. Pues bien, Alejandro Llobell, exconcejal de Cultura, utilizaba en facebook el perfil de «Katsa’s» (oficial de inteligencia del Mossad) para atizarle a su propio equipo de gobierno. Esa disociación la padecía también el PSPV local. Estaba en el pacto con Compromís, pero quería echarse al monte y dar estopa a la alcaldesa y a sus socios. Y la vena montaraz le ha salido de verdad. La moción de censura contra natura sacude la política valenciana. El PP se frota las manos. Y los socialistas exploran todas las vías para cortarle las alas a sus dos ediles tránsfugas.

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