La pandemia lo ha cambiado todo. El exsocialista Héctor Morales felicitó tras el pleno al nuevo alcalde de Teulada Moraira, Raúl Llobell, del PP, con un «codazo». Amistoso y hasta cómplice, eso sí. Los populares recuperaron ayer tras 20 meses de pacto de izquierdas uno de sus feudos históricos. A excepción del primer mandato democrático, que gobernó la UCD, y de la victoria en 1999 de José Ciscar con Ciudadanos por Moraira (Ciscar ya fue en las siguientes elecciones de candidato del PP), los populares han gobernado siempre este municipio. Ayer volvieron a hombros de dos tránsfugas del PSPV, el citado Morales y Alejandro Llobell. Estos dos ediles y los siete del PP sacaron adelante la moción de censura que tumbó a Rosa Vila, de Compromís. «Me voy con la cabeza bien alta», repitió una y otra vez la exalcaldesa, que, tras el pleno y arropada en la plaza por numerosos cargos valencianistas y socialistas, así como por un puñado de vecinos, se mostraba satisfecha e incluso contenta. Mientras, dentro todavía del salón de plenos, los nuevos socios del PP y exsocialistas se resignaban a gobernar. «Es la alcaldesa la que nos ha abocado a presentar la moción de censura», se justificó Raúl Llobell, que añadió que era insostenible que Rosa Vila siguiera gobernando en minoría hasta las nuevas elecciones, en mayo de 2023.

El PP y los tránsfugas llegaron al pleno de la moción de censura agarrados al cable que les echó la secretaria municipal. La funcionaria, en el pleno anterior al del cambio de gobierno, en el que se daba cuenta de que Morales y Alejandro Llobell se convertían en ediles no adscritos, dijo que era irregular que el PSOE los hubiera expulsado sin darles audiencia previa ni diez días para alegar. Advirtió de que se conculcaban los derechos de estos ediles.

Primera fotografía del nuevo gobierno del PP y dos exsocialistas declarados tránsfugas A. P. F.

El secretario del PSPV en la Marina Alta, Óscar Mengual, aclaró que la potestad de expulsar a sus militantes es del partido y que los estatutos de los socialistas dejan claro que aliarse con el PP para derribar un gobierno de izquierdas es motivo de expulsión relámpago. Mientras, el síndic del PSPV en las Corts, Manolo Mata, arremetió contra el presidente de la Diputación de Alicante, el popular Carlos Mazón, por valerse de tránsfugas para lograr alcaldías. «Es discípulo de Zaplana», dijo.

El pleno de la moción de censura fue raro raro. Por la pandemia. A la sala, una covacha en un sótano del ayuntamiento, solo pudieron entrar periodistas. Los concejales estaban unos separados por mamparas transparentes y otros sentados en las butacas del público. Llegaban desde la plaza los gritos de «Rosa, alcaldesa». Los tránsfugas socialistas también tuvieron su ración. La plaza coreó «Héctor, chaquetero».

La exalcaldesa de Compromís, en la plaza tras el pleno A. P. F.

Rosa Vila reveló que ha depositado en el notario un documento con los «motivos» inconfesables del pacto del PP y los tránsfugas que la aparta de la alcaldía. Anunció que lo hará público cuando esos vaticinios se cumplan. Dijo también que esta semana se ha desbloqueado una obra clave para Teulada Moraira, la de la ampliación del polígono industrial.

Mientras, el nuevo alcalde agradeció a sus ediles y a sus dos socios exsocialistas «su valentía y generosidad». «Se ha vendido una imagen idílica del gobierno de progreso que no tiene nada que ver con la realidad», afirmó, y dijo que la prioridad ahora es «recuperar la estabilidad política» y «devolver el brillo» al municipio.

El exsocialista Héctor Morales dijo que urge «salir del túnel y dejar atrás este sainete», en referencia al gobierno de Rosa Vila.

Mientras, el portavoz de Compromís, Carlos Martínez, acusó a Morales y Alejandro Llobell de «traicionar» a los votantes que confiaron en ellos para propiciar el primer gobierno del cambio en Teulda Moraira. Y el no adscrito Adrián Ruiz, expulsado de Ciudadanos por apoyar a Rosa Vila, denunció las maniobras «sucias» del PP para lograr su apoyo. «Nos llegaron a prometer las concejalías y el sueldo que quisiéramos».