Las "no Fallas" activan el turismo de proximidad. Dado que los niños no tendrán clase, muchas familias valencianas aprovecharán esa semana para realizar la primera escapada del año y para regresar a sus segundas residencias de Dénia, Xàbia, Calp o Moraira. En esta era de la pandemia, todo tiene dos caras. El sector turístico de la Marina Alta se agarra a la cara buena. Espera que ese puente festivo de las "no Fallas" dé vida a una comarca donde miles de vecinos del "Cap i casal" tienen chalé o apartamento. Los empresarios turísticos con los que ha hablado este diario también confían en que ese turismo llegue con orden y cumpla con escrúpulo la prohibición de hacer fiestas privadas en sus casas.

Si ya era habitual que los valencianos que huían de las Fallas buscaran las playas en Dénia, Calp, Moraira o Xàbia, este año que no hay fiestas de Sant Josep se multiplicarán los turistas y darán oxígeno a bares, restaurantes, comercios, hoteles y casas rurales (el interior también seduce en esta incipiente primavera) de la Marina Alta. Y, al igual que ocurrió este verano, las "no Fallas" animarán a cargar con la nevera y bajar a calas como la del Moraig, en el Poble Nou de Benitatxell. Si asoma el sol, a punto fijo que se llenarán las playas y los paseos marítimos de la comarca.