La naturaleza tritura los privilegios. La Punta de l’Arenal de Xàbia ha experimentado una espectacular transformación. Las máquinas han terminado el trabajo que iniciaron los temporales. Tras 60 años, el tramo de esta costa más próximo al mar ha recuperado su uso público.

La familia de Mariano Navarro Rubio, que fue ministro de Hacienda durante la dictadura de Franco (ocupó el cargo entre 1957 y 1965), ha demolido en los últimos días lo que quedaba de los muros y ha retirado los escombros de parte de la finca de San Rafael, levantada en dominio público marítimo-terrestre. Navarro Rubio compró en 1959 por 10.000 pesetas al ayuntamiento esta playa de piedra tosca. Sabía que había un yacimiento romano del siglo I. Construyó un suntuoso chalé (modernísimo en su momento) y creó un exuberante jardín. Ahora, seis décadas después, sus descendientes han aceptado que un tramo pertenece al mar y a nadie más. Han quitado los escombros. Eso sí, la marea alta ha impedido que estos trabajos se terminaran del todo. Quedan cascotes. Pero el cambio es extraordinario. Han desaparecido las ruinas de lo que el ministro convirtió en lujosas piscinas de agua de mar. La familia mantiene, con todo, la concesión del chalé y de la parte del jardín que linda con el del Parador de Turismo.

Cuando baje la marea se terminará de retirar los escombros. El grueso del trabajo está hecho. La jefatura provincial de Costas también derruirá los pasos de hormigón y «renaturalizará» esta playa de piedra tosca. Es probable que coloque pasarelas de madera sobre los canales de las antiguas balsas romanas.

Un buen trozo de este litoral se ha sacudido los antiguos privilegios del franquismo.