Las obras de renovación de la línea 9 del Tram de Alicante en la Marina Alta avanzan al ritmo previsto por Ferrocarrils de la Generalitat, pero las obras están dejando imágenes del impacto de unos trabajos que eran necesarios desde hace ya algunos años.

En la Garganta de Gata, que separa los términos municipales de Teulada-Moraira y Gata de Gorgos, las obras en la vía del Tram suponen un gran cambio.

Este era uno de los tramos más peligrosos. No en vano, cuando aún funcionaba el trenet no pasaba de 30 kilómetros. El peligro era más que evidente. Era según algunos viajeros de entonces, un paseo que permitía contemplar el propio espacio natural.

Sin embargo, las obras han permitido reforzar todos los taludes, ampliar el gálibo y reforzar los pequeños túneles, así como los acantilados que están junto a las vías.

Todo el trazado está asegurado con un mallaje de hierro. Además se han construido elementos de evacuación del agua que se filtra por la montaña, para que no se acumule en la vía y pueda perjudicar el tráfico ferroviario.

También se han reforzado los históricos puentes de hierro y se ha colocado pequeños bloques de piedras en los tramos más próximos a la carretera, que actúan como barrera de seguridad.

Junto al de Dénia, son los dos únicos tramos que aún están en obras, de la compleja renovación de la vía entre Benidorm y la capital de la Marina Alta, con una inversión de más de 100 millones.

La previsión es que los trabajos de obra civil concluyan en verano. Luego la vía deberá superar las certificaciones necesarias, y entraría en funcionamiento en el comienzo de 2023.