El gobierno local de Calp (PP y C’s) se quedó solo en su petición a la Conselleria de Economía para declarar al municipio como zona de gran afluencia turística, una figura que permite ampliar la temporada y que los comercios de más de 300 metros cuadrados puedan abrir más domingos.

El debate en el pleno concitó la división de opiniones entre el gobierno local y la oposición, pero también en los días previos los pequeños comerciantes de Calp ya manifestaron su frontal rechazo a esta opción que beneficia a las grandes cadenas.

Desde la oposición, el portavoz de Defendamos Calp, Paco Quiles lamentó que no se hubiera consultado «a los pequeños comerciantes». En esta línea se manifestó Ximo Perles desde Compromís quien apuntó que no se había debatido la petición en el Consell local de Turisme. Mientras, el socialista, Santos Pastor, remarcó que «los servicios que ofrecen los comercios de Calp en la actualidad ya son más que suficientes».

En su respuesta, la alcaldesa, Ana Sala, pretendían abrir «un camino de debate» para luego «veremos que se hará» . Sala subrayó que la obligación del gobierno local es «defender y apoyar a todo el mundo» y afirmó que no tienen «ningún interés en perjudicar a ninguna empresa, todos son igual de importantes, pequeños y grandes», concluyó.

Pero los comerciantes de Calp a través de su asociación fueron mucho más contundentes, y en un comunicado mostraron su rechazo a la declaración de destino de gran afluencia.

Algo que según indicaron supondría «la libertad de horarios de apertura de los comercios y sobretodo que las grandes superficies puedan abrir todos los días del año con el perjuicio que provocará en la conciliación familiar de los comercios de proximidad» pero también de sus trabajadores.