Las escuelas son claves en el desarrollo del territorio. En la Vall de Gallinera lo tienen más que claro. Impulsan un nuevo colegio para frenar la despoblación que sufre este municipio de interior. Es uno de los 215 pueblos de la Comunitat que tienen menos de 1.000 habitantes. Además, las escuelas son territorio. Deben integrarse y formar parte del entorno natural, rural y social.
El ayuntamiento inició la pasada legislatura las gestiones para construir mediante el Pla Edificant un nuevo colegio. Cuenta con los terrenos desde 2004. Están cerca del núcleo de Benissiva. El proyecto se redactó en 2009. Ahora el consistorio ampliará los terrenos y redactará un nuevo proyecto, ya que ese de 2009 está totalmente desfasado. La nueva escuela tendrá comedor, aparcamiento, huerto escolar... y su arquitectura será muy singular.
Los paradigmas constructivos y pedagógicos han cambiado diametralmente. El ayuntamiento ha iniciado un proceso participativo para que el centro se adapte a la realidad rural y sea respetuoso con el medio ambiente. Ya ha contactado con el arquitecto Gabriel Barbeta i Solà, especializado en escuelas vivas y bioconstructivas. El primer paso es que todos aporten su granito de arena: el equipo docente, el alumnado, las madres y padres, el ayuntamiento y los vecinos.
Este arquitecto ha diseñado la escuela Bressol de Santa Eulàlia de Ronçana, un ejemplo a seguir de integración en el entorno.
El actual colegio está en Benialí, en un edificio de los años 60. No reúne las condiciones adecuadas para la actual docencia. Hasta 2009, la Vall de Gallinera, de 548 habitantes, que viven en ocho pequeños núcleos urbanos, tuvo dos escuelas. La de Alpatró cerró por falta de matrículas. El consistorio puso en marcha en el único colegio un servicio de transporte escolar y el comedor.
Ahora ha llegado el momento de impulsar con fuerza la nueva escuela. Será clave para que las familias decidan quedarse a vivir en este municipio de interior y se frene así la despoblación.
