Los baches no ayudan a combatir la despoblación. La carretera que recorre la Vall de Gallinera de punta a punta, la CV-700, presenta tramos bastante machacados. Los arcenes también están muy castigados. El ayuntamiento lo achaca a la «nefasta gestión» de la conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad.

El consistorio lamenta «la falta de comunicación y de conciencia» de esta conselleria con «los problemas que tiene un municipio rural».

El ayuntamiento también lamenta que el tejido empresarial ha comprobado «de primera mano» la mencionada mala gestión al arrancar la conselleria sin previo aviso la cartelería colocada junto a la carretera y que anunciaba restaurantes, comercios y casas rurales. La señalización municipal de las rutas turísticas también se ha serrado. El consistorio subraya que no quiere eludir la normativa, pero critica que ni siquiera se le avisara de que se iban a cortar estos carteles. Y también arremete contra la conselleria por clausurar en las últimas semanas terrazas de restaurantes que están en aceras de las travesías urbanas de la CV-700.