Del barrio del Carmen, donde se convirtió en un símbolo de regeneración urbana y de consenso vecinal, a Moraira. La vedette valenciana Rosita Amores "está de vacaciones" en la costa de la Marina Alta. El artista Luis Montolio ha montado esta mañana en una gran pared blanca de una finca de Moraira una de sus grandes fotografías más icónica, la de Rosita Amores emergiendo de una paella como la Venus de Botticelli que nacía de una concha. La fotografía, a la que durante esta mañana se le dará un barniz para que recupere el color, ya concita miradas. Los vecinos más madrugadores preguntaban que quién es esa señora. Sandra Romero, presidenta de la comunidad de propietarios de la finca, les explicaba que una gran artista valenciana. Y tanto. Fue un soplo de vida, de erotismo, de frescura en los años sombríos de la dictadura.

Montolio ha explicado a Levante-EMV que la fotografía se desprendió de la pared del barrio del Carmen justo antes de la pandemia. "Ha podido acabar en 'ebay', pero la recuperé y la he tenido guardada hasta ahora. La lona tiene ya 7 años, no pensaba que iba a durar tanto. Ahora le haremos un tratamiento y recuperará el color".

Los trabajadores colocan la gran fotografía de Rosita Amores emergiendo de la paella A. P. F.

El artista ha explicado que esta fotografía es "un símbolo de consenso y democracia". Cuando se colocó en el barrio del Carmen, los vecinos se enamoraron de la foto y recuperaron a una valiente y transgresora artista valenciana. "Es un símbolo popular y de unión de todos los valencianos. Y viene muy bien reivindicarla en estos tiempos", ha destacado Montolio.

El creador ha abogado por iniciar "una revolución urbana" y dar vida a espacios anodinos. Esta pared blanca, situada en la calle Madrid, en el meollo de Moraira, era insípida, fea. Ahora renace con la belleza de Rosita Amores. "Podemos decir que Rosita está de vacaciones junto al mar", ha apuntado el artista.