La basura es en Xàbia una caja de sorpresas. Resulta sorprendente lo que los vecinos tiran en las islas de contenedores situadas en el extrarradio y las urbanizaciones. Hay mucho incívico que arroja enseres domésticos (abundan los colchones) junto a los contenedores. Los trabajadores que recogen la basura han llegado a encontrar un oso disecado.

Ahora, en una isla de depósitos de residuos de la carretera del Cap de la Nau, ha aparecido una caja fuerte. Su dueño la ha arrancado de la pared de su casa y la ha tirado a la basura. No es, desde luego, un desecho nada habitual. Está vacía. Es una caja de caudales de las que se empotran en la pared de una vivienda.