La cala secreta no existe. Fue un error marcarla en los mapas. Las redes sociales han aniquilado el secreto. Y no existe porque es imposible llegar por tierra. La cala que quieren visitar cada fin de semana decenas de bañistas ávidos de descubrir un paraíso virgen es una quimera.

Esa cala utópica se llama En Caló. Está, sí, en el litoral de acantilados de Xàbia. Pero el problema es que las fotografías han volado por las redes sociales y los turistas quieren llegar a pie (y cargados con todos los chismes de playa) a una cala que es totalmente inaccesible.

Ya ocurrió el pasado verano que los bañistas se ofuscaban y se perdían (es lo menos que les puede pasar) cuando se metían en un indicio de senda (ni está señalizado ni está en condiciones para caminar) y pensaban que, de improviso, encontrarían un serpenteante camino que los llevaría hasta la cala. Ese camino no existe. Este domingo también hubo grupos de jóvenes que se adentraron en esa trampa. Iban cargados con neveras (los turistas acuden a pasar el día a las calas de Xàbia). Pronto se dieron cuenta de que la cosa era peliaguda. Caminaban campo a través por las afiladas rocas y arañados por los espesos arbustos.

Menos mal que estos bañistas pronto se suelen dar cuenta de que el acantilado es peligroso. Vuelven sobre sus pasos y buscan calas que sí están en los mapas.

La leyenda de En Caló ha corrido como la pólvora. Solo se puede llegar por mar. Es posible alcanzarla a nado, pero hay que bracear un buen trecho.

Es más sencillo alcanzarla en kayak. Lo de remar está tan de moda que cada fin de semana «zarpan» desde la Granadella cientos de piraguas. Esta cala es parada obligada. Pero hay que tener mucho cuidado con las mareas. Si el mar está agitado, se puede arribar en kayak a En Caló, pero luego salir, con las olas rompiendo en las rocas, ya es más complicado. Este domingo, con marejadilla, la Cruz Roja y la Policía Local ya tuvieron que rescatar a varios kayaks que quedaron a merced de las olas en esta costa de En Caló, la Cova del Llop Marí y Ambolo.

En el otoño de 2019, ya ocurrió que 22 turistas que realizaban una excursión de paddle surf se vieron sorprendidos por una tempestad y quedaron atrapados en esta cala. Los rescató el helicóptero de Salvamento Marítimo.

Así las coas, hay que andarse con ojo con las calas secretas. Entre el paraíso y el infierno hay un paso, un mal paso.