De niño soñaba con viajar al espacio. Ya está un poco más cerca. Ignacio Sevilla Sánchez, que nació en Dénia en 1998 y estudió en el instituto Sorts de la Mar, ya es ingeniero aeroespacial. Ha cursado el grado en la Universitat Politècnica de València. Y ha logrado el tercer mejor expediente de España en su disciplina (el raking lo elabora la Sociedad Española de Excelencia Académica).

Su talento brilla como el lucero del alba (Venus). Ingresó en la carrera con un premio extraordinario de rendimiento académico de secundaria. En la prueba de acceso a la universidad, sacó un 13,71 sobre 14. Esa notaza le garantizó entrar en el grupo de alto rendimiento académico de su titulación, que ha cursado en inglés.

Fue en el Sorts de la Mar cuando se decidió a estudiar ingeniería aeroespacial. Le apasionaba la tecnología de los viajes al espacio. Su profesor de Física, Alberto Cabrera, le animó a apostar por ese grado.

Ignacio recuerda su bautismo de vuelo. «Cuando por primera vez te pones a los mandos de un avión, ves realmente la aplicación directa de todo lo aprendido». Hizo prácticas en el laboratorio de Pedro Duque.

Durante los próximos dos años realizará un programa de titulación en la universidad de Toulouse, que es líder mundial en formación aeronáutica.