Los botellones y los actos vandálicos obligan a tomar decisiones drásticas. El Ayuntamiento de Dénia lo ha hecho. Los vecinos del barrio de les Roques advertían desde hacía tiempo que la ladera norte del castillo se había convertido en un foco de botellón y suciedad. El consistorio ha optado por cerrar el acceso a esta vertiente. Ha colocado una valla anclada al asfalto. Es una solución provisional. Busca acabar con el alboroto y los actos vandálicos. Pero el ayuntamiento ya plantea hacerla definitiva y dejar un acceso controlado. Para ello deberá lograr la autorización de la conselleria de Cultura, dado que el castillo es Bien de Interés Cultural (BIC) y esta ladera está dentro del ámbito de protección. Ahora también se desbrozará y limpiará esta vertiente extramuros de la fortaleza.