El pesquero de Dénia Mediterranium auxilió este viernes, sobre las 12.30 horas, a los tripulantes de un yate de entre 15 y 20 metros de eslora que se prendió fuego en alta mar y hundió. El patrón del arrastrero, Mauri Ripoll, relata a Levante-EMV que avistaron una gran columna de humo. En ese momento estaban faenando frente a las costas de Gandia y Cullera. Avisaron a Salvamento Marítimo y a la estación de radio del Cap de la Nau.

Desde Salvamento les indicaron que se dirigieran hacia la embarcación en llamas y socorrieran a la tripulación. El pesquero recogió las redes y se puso rumbo hacia el yate. Los tripulantes, tres personas que llevaban también a un perro, lanzaron al agua dos botes salvavidas y saltaron del yate que ardía de forma muy aparatosa. La embarcación se hundió.

"Podíamos haberlos subido a bordo perfectamente, pero desde Salvamento nos han indicado que estuviéramos pendientes de ellos y esperáramos a que llegara el helicóptero de rescate", ha indicado Mauri Ripoll.

La operación para subir a la aeronave a los náufragos fue compleja. Se prolongó durante más de una hora. Sobre todo fue difícil subir al perro, que estaba muy nervioso.

Salvamento Marítimo pidió al patrón del Mediterranium que recogiera los dos botes salvavidas y los llevara al puerto de Dénia. Mientras, la Salvamar limpió la zona del naufragio y recogió bidones y los restos que quedaron a flote. "Menos mal que tenemos una grúa a bordo, ya que los botes son grandes y pesados", ha señalado Ripoll.

"Hemos perdido media jornada de trabajo, pero lo importante es que los tripulantes están sanos y salvos", ha destacado el patrón del Mediterranium, que ha precisado que los náufragos hablaban perfectamente castellano, aunque luego les han comentado que eran de nacionalidad francesa. 

Los botes salvavidas sobre el pesquero. Mauri Ripoll