En las playas se pierden muchas cosas, pero también se encuentran. Los cazadores de tesoros peinan estos días el litoral de arena de Calp. Se dan un buen madrugón. Y caminan con sus detectores de metales por el Arenal-Bol y la Fossa. Estos días las playas están a tope y los turistas pueden perder joyas y abalorios, que quedan enterrados en la arena. Quienes buscan con detectores también recorren el litoral después de los temporales. El mar saca entonces basura, pero también puede devolver a tierra algún pequeño tesoro.