Un día de disfrutar en el mar acabó en naufragio y rescate. Los once ocupantes de una barca de alquiler de 6 metros de eslora se echaron a temblar cuando navegaban a la altura del Cap de la Nau de Xàbia y empezó a entrar más y más agua. La embarcación se hundió en un suspiro. «Pasamos mucho miedo», comentó ayer a Levante-EMV uno de los náufragos, que aseguró que el joven que pilotaba la barca tiene amplios conocimientos del mar y de navegación. «Cuando vio que entraba agua, intentó dar la vuelta y que regresáramos a puerto, pero la barca se hundió rápidamente», indicó el ocupante antes citado.

A los náufragos, que saltaron al agua, los rescataron tres embarcaciones de recreo. Dos los llevaron al club náutico de Xâbia y la tercera a Dénia. Ninguno sufrió heridas, pero todos se llevaron un buen susto y perdieron objetos personales.

La barca que se hundió es la misma que se fue a pique el pasado 9 de agosto. Entonces iban a bordo 8 personas y también las recogió una embarcación de recreo. La Salvamar Diphda de Salvamento Marítimo remolcó entonces a puerto la barca zozobrada. Ayer repitió la misma operación.

El ocupante citado aseguró que alquilaron a la náutica una barca para 12 ocupantes y que, sin embargo, les entregó ésta de 6 metros de eslora. Aseveró que no les informaron que esa lancha se había hundido 13 días antes. También advirtió que, por lo que han podido averiguar, ese tipo de embarcación no es la adecuada para navegar en el mar y menos en un litoral como el de acantilados de la Marina Alta en el que al ceñir cabos como el Cap Prim, el Cap Negre o el Cap de la Nau cambian de forma súbita los vientos y el oleaje.

Que la embarcación no es idónea para esta costa lo confirmaría el hecho de que la Salvamar Diphda, las dos veces que ya la ha remolcado, la reflotó sin complicaciones. El exceso de peso y la tipología de la barca provocan que con un poco de mala mar empiece a entrar agua sin remedio.

Lo rescates en el mar se suceden este verano en Xàbia. La Cruz Roja recogió el domingo 15 de agosto a cuatro náufragos y a su mascota tras zozobrar su embarcación frente a la Cova del Llop Marí.