Vuelve el modelo de las urbanizaciones que están colgadas de las montañas y que viven al margen de los pueblos. Hay unas cuantas en la Marina Alta: Gata Residencial, Monte Pego, Monte Pedreguer o la Cumbre del Sol. Ahora este tipo de urbanismo le ha echado el ojo a Llíber, un municipio con un pasado urbanístico muy negro. El caso de las más de 300 casas ilegales vendidas a residentes europeos (se gastaban los ahorros de una vida y luego no podían legalizar el chalé) todavía está pendiente de juicio. Durante un tiempo, en los accesos al término municipal, hubo carteles en los que se advertía de que era conveniente informarse bien antes de comprar un terreno o una casa.

El PAI de 488 casas de Llíber abraza 406.213 m2 que lindan con la Serra de Bèrnia

La mercantil Garsiva inició el 10 de marzo de 2017 los trámites para sacar adelante un PAI que abraza 406.213 metros cuadrados y que prevé la construcción de 488 chalés. El ayuntamiento, gobernado por el PP, inició en un pleno del pasado 26 de enero el procedimiento para darle luz verde. Pero las dos concejalas de Compromís per Llíber han pedido que se paralice al considerar que la declaración de impacto ambiental está caducada.

El PAI de 488 casas de Llíber abraza 406.213 m2 que lindan con la Serra de Bèrnia

En estos terrenos, que cierran por el sudeste el valle agrícola d e viñedos de Llíber, Xaló y Alcalalí y que lindan con el paisaje protegido de la Serra de Ferrer y Bèrnia y con el término municipal de Benissa (este ayuntamiento alegó contra el proyecto), ya se intentó construir hace más de 20 años una urbanización. Se abrieron viales, que hoy son pistas de tierra que utilizan senderistas y ciclistas de montaña (conectan con el Collao y la Solana de Benissa), y se levantó un abigarrado chalé piloto. La estética, con tejados de trencadís, es bastante lúgubre.

La mercantil Garsiva es dueña de casi todos los terrenos. No le pertenecen los del antiguo colegio Laude, cerrado desde que se mudó a las nuevas instalaciones de la Cumbre del Sol de Benitatxell. La empresa asegura que la urbanización no afecta a la Serra de Ferrer y Bèrnia ni toca zonas protegidas por el Patricova, el Patfor, la Red Natura 2000 y la Infraestructura Verde de la Comunitat Valenciana.

Los terrenos tienen una fuerte pendiente. Los pinos y los arbustos ocultan los antiguos muros de piedra en seco.

Las obras de urbanización suben a 4,5 millones de euros. El PAI está en término de Llíber, pero el pueblo queda a trasmano (al otro lado del valle agrícola). No hay conexión directa. De hecho, esta ladera da a la carretera CV-748, que conecta Benissa y Xaló. Si llega a construirse, los propietarios potenciales (residentes europeos), tirarían hacia esos pueblos que les vienen más de paso.