La manga ancha en el acceso a la cala del Tangó y a la escollera de levante del puerto de Xàbia provocaba que este vial, repleto de coches mal estacionados, se estrechara hasta el punto de que no podían pasar vehículos de emergencias. El caos en julio y agosto y, sobre todo, los fines de semana, era de aúpa.
Este verano la Policía Local de Xàbia y la Guardia Civil se han puesto serias. La policía ha multado a los vehículos estacionados sobre las aceras, sobre la rotonda donde arranca la escollera de levante o en los tramos donde están pintadas las líneas amarillas.
Mientras, la Benemérita se ha encargado de sancionar a los coches aparcados en el dique, que es una zona ya de competencia plenamente portuaria. Aquí está prohibido dejar el coche. No obstante, en veranos anteriores, ha sido habitual que este muelle se llenara de punta a punta de automóviles.
Que quede libre este acceso para ambulancias, vehículos policiales y de bomberos es esencial. Aquí comienza la senda que sube desde el Tangó al cabo de Sant Antoni, una ruta muy frecuentada. Y también se accede por senda a escarpadas calas.
