La masificación deja huella en los fondos marinos. La tripulación del velero Diosa Maat, de Ecologistes en Acció, regresó el fin de semana del 14 y 15 de agosto a la costa de la Marina Alta. La embarcación llegó en un momento de fuerte presión de la náutica de recreo. Su tripulación realizó labores de inspección en la reserva marina del Cap de Sant Antoni y en la Cala Sardinera de Xàbia. Se coordinó con voluntarios que realizaron inmersiones para limpiar los fondos marinos y estudiar el impacto de los fondeos en la Posidonia Oceanica.
La tripulación, ante la masificación de embarcaciones de recreo en la costa de Xàbia y de Moraira (en la cala del Portet), informó a los navegantes de la urgencia de proteger este frágil litoral y de no tirar el ancla en los fondos de posidonia. Esta labor de concienciación es fundamental.
Eso sí, la tripulación del Diosa Maat constató que la masificación deja huella en el litoral. Fue testigo de peleas para conseguir boyas de amarre. Confirmó que se están produciendo destrozos en los fondos marinos por los fondeos y el arrastre de las anclas. También observó a embarcaciones que navegaban rebasando los límites de velocidad y a motos de agua que entraban en zonas restringidas y reservadas para los bañistas. Además, detectó que la saturación en el mar deja rastro en los fondos marinos, donde ya hay basura sumergida, sobre todo cadenas y anclas abandonadas y plásticos.
La tripulación del velero sufrió insultos de navegantes poco concienciados con el respeto de los mares y de la biodiversidad marina y a los que irrita la presencia de los ecologistas.
El domingo 15 de agosto el velero Diosa Maat se encontró con el velero MedNight, que está estudiando la situación del Mediterráneo y filmando un documental que aborda desde un punto de vista científico los impactos en el medio ambiente. A bordo van biólogos marinos. Las dos embarcaciones inspeccionaron la reserva marina del Cap de Sant Antoni.
El Diosa Maat zarpó luego hacia Santa Pola y hacia el Mar Menor, donde está participando en las protestas por la degradación extrema que sufre la costa de Murcia.
