Pedreguer tiene dos magníficas ventanas para asomarse a la prehistoria: la Cova del Randero y la Cova del Comte. El Marq (Museo Arqueológico de Alicante) ha concluido ahora la decimoquinta campaña de excavaciones en el primer yacimiento. Nunca defrauda. El Randero permite investigar cómo vivían los cazadores recolectores del este peninsular durante el periodo magdaleniense (paleolítico superior).

En las dos últimas campañas, se ha constatado que la cueva estuvo habitada al menos desde hace 17.000 años. Y no solo en su entrada, sino también en el interior. Este año se han encontrado más huesos humanos, así como una varilla plana apuntada y pulida realizada con la costilla de un animal. La varilla se empleaba para sujetar el cabello o la ropa. Formaba parte de un ajuar funerario. El enterramiento se realizó hacia el 2.700 a. C. Por tanto, este objeto podría ser incluso más antiguo.

En las excavaciones, participan estudiantes de Arqueología de distintas universidades como la Rovira i Virgili de Tarragona, la Autónoma de Barcelona o las de Murcia y Alicante. En Randero, se ha constatado que existió un hogar del neolítico antiguo epicardial, datado en el 5.000 a. C.