Llevaba la solidaridad en la sangre. Y el callejero de Xàbia en la cabeza. Francisco Pastor, más conocido como "Quico Bola", falleció ayer a los 72 años de edad en Xàbia. Fue en su día el máximo donante de sangre de España. Donó sangre por primera vez el 25 de abril de 1971. Y acudió como un reloj a todas estas jornadas solidarias hasta que la salud se lo permitió, en 2016. Fue, precisamente, en ese último año cuando el Ayuntamiento de Xàbia le concedió su premio 9 d'Octubre a la solidaridad, un galardón más que merecido, como destacó la escritora Pepa Guardiola, amiga de "Quico Bola" y que el día de la entrega del galardón glosó su figura.

Francisco Pastor fundó la asamblea de la Cruz Roja de Xàbia junto al entonces alcalde, Ángel Doménech. Vinculado siempre a esta ONG, recibió la medalla de plata de la Cruz Roja Española y la de oro de la Cruz Roja de la Comunitat Valenciana.

También fue uno de los impulsores de la agrupación de Protección Civil. Perteneció a la cofradía de Jesús de Nazareno y a la comisión de fiestas de la Mare de Déu de Loreto. Ayer, el día en el que falleció, era muy especial para él. Se celebra el día grande de las fiestas de la Mare de Déu de Loreto. Kiko desfilaba en la procesión con su medalla de la comisión. Cumplió con fervor mientras la salud le acompañó.

Cuando se le preguntaba si era beato, por esa devoción al Nazareno y a la Mare de Déu de Loreto, contestaba con retranca: "No soy beato, soy xabiero".

Francisco Pastor trabajó durante décadas de cartero. Se conocía las calles y el término de Xàbia como la palma de la mano. Ejerció este oficio cuando los carteros conocían a todos los vecinos. Él recordaba que llevó cartas a veraneantes ilustres de Xàbia como el cardenal Tarancón.

"Quico Bola" tenía historias para contar y no parar. Se marcha uno de esos personajes que forman parte de la idiosincrasia de un pueblo. Llevaba la solidaridad en las venas. El altruismo era la carta de presentación del cartero de Xàbia.