Habló por teléfono el sábado por la noche con su madre. Le dijo que al día siguiente iba a realizar una excursión por las montañas de la Marina. Y se lo tragó la tierra.

Angustiosa búsqueda de un senderista asturiano de 38 años en el Barranc de l’Infern

Los bomberos del consorcio de Alicante, la Guardia Civil y diversas patrullas de Policías Locales (la de Xàbia se incorporó ayer con su perro Khalan, adiestrado para hallar a desaparecidos) buscan desde el jueves en la Vall de Laguar y, en concreto, en el Barranc de l’Infern, a un senderista de 38 años.

El excursionista reside en la Vila Joiosa. Pero es de Langreo (Asturias). Sus padres, que son quienes han denunciado la desaparición, sí viven en el municipio de Asturias. Hablaron por teléfono con su hijo el sábado por la noche. Y ya no han vuelto a saber de él. Lo llamaban insistentemente, pero el móvil no daba señal.

Decidieron acudir, desesperados, a la comisaría de la Policía Nacional en Langreo. Inmediatamente, se avisó a la Guardia Civil de la Vila Joiosa. Por las fotografías que el hombre de 38 años envió a su madre, los agentes intuyeron que la ruta que tenía previsto realizar el domingo era la del Barranc de l’Infern.

La Guardia Civil halló el jueves el coche del senderista estacionado en el aparcamiento del núcleo urbano de Fleix (la Vall de Laguar), que es donde comienza la senda circular de 14 kilómetros y más de 6.000 escalones del Barranc de l’Infern.

Tanto el jueves como ayer se desplegó un amplio dispositivo de búsqueda. El Alpha 1 del consorcio de bomberos de Alicante sobrevoló la abrupta montaña. Los integrantes del grupo de rescate se descolgaron desde la aeronave por el estrecho desfiladero donde se practica el barranquismo. Los bomberos también rastrearon la zona con drones.

El senderista podría haberse salido de la senda y dirigido hacia este peligroso y angosto cañón, donde se desciende con cuerdas y equipamiento de barranquismo.

En la búsqueda, están participando unos 60 guardias civiles, bomberos, policías y voluntarios.