La ordenación urbanística lleva su tiempo. El actual equipo de gobierno de Calp (PP y Ciudadanos) se topó al iniciarse la legislatura con un goteo de proyectos de torres de apartamentos de más y más alturas. Parecía una carrera por tocar el cielo. Los vecinos se echaban las manos a la cabeza. En las pocas parcelas que quedaban libres en el hiperurbanizado litoral de Calp, se iban a construir moles que sobresalían en el «skyline».

El concejal de Urbanismo, Juan Manuel del Pino, anunció entonces que se iba a impulsar la modificación puntual D-14 del PGOU para modificar los parámetros de edificabilidad en los sectores de Morelló, Ifach, La Fossa (litoral) y en el Saladar. Empezaron los trámites. Hace dos años el pleno dio luz verde al informe ambiental y estratégico.

Ahora esta modificación puntual, que evita los «edificios pantalla» saldrá por segunda vez a exposición pública. También se debe realizar una segunda evaluación ambiental. «En muy poco tiempo la llevaremos a pleno y la aprobaremos definitivamente», anunció ayer el edil de Urbanismo.

Los proyectos que se presentaban al principio de legislatura llegaban a las 30 alturas y las sobrepasaban. Ahora el techo está en 18. «Evitamos distorsiones en el paisaje urbano y que aparezcan torres excesivamente altas. Pero no reducimos los derechos edificatorios de los propietarios», precisó Del Pino.