Llega la Navidad con sabor a mazapán, que decía la canción. Y llegan también los arranques de esplendidez, el despiporre de las cenas de empresa y la extra y la cesta (quien tenga esa suerte). Muchos ayuntamientos, durante la crisis, decidieron no dar cesta. Pero la tradición se ha ido recuperando. Y a los trabajadores municipales bien que les viene ese surtido que siempre alegra los banquetes familiares de estas fiestas. Como ahora los consistorios tienen que convocar concursos hasta para comprar el papel de váter, pues también lo hacen para la cesta. Y detallan los comestibles y la bebida que quieren que incluya.

Los ayuntamientos de Xàbia y del Poble Nou de Benitatxell han sacado los pliegos y las cestas son como siempre (nada de extravagancias). El primer consistorio repartirá 385 y saldrá cada una por 50 euros. El de Benitatxell entregará 95 y viene a costar cada una 60 euros.

Nada luce más en una cesta que una pezuña (de jamón, claro)

En Benitatxell, son clásicos. Saben que nada luce más en una cesta de Navidad que una pezuña (de jamón, claro). Los empleados municipales recibirán una paletilla de entre 4 y 4 kilos y medio.

La cesta municipal de Xàbia apuesta por los productos de denominación de origen. El turrón blando debe ser, claro está, de Xixona, y los vinos, de la Comunitat Valenciana y de las DO de Alicante, Utiel-Requena y València. La cesta llevará cuatro botellas, dos de tinto (un reserva y un crianza), un blanco (éste de Rueda) y un cava también valenciano.

La de Benitatxell también incluye cuatro botellas de vino, pero sin especificar que deban ser del terruño. Y, además de turrones, estará aderezada con otras golosinas (trufas y bombones).

El criterio para elegir a la empresa de las cestas es el económico. Eso sí, Xàbia también puntúa que se estire y meta productos como un queso de oveja y cañas de lomo ibérico, salchichón y chorizo.