Una avería de aúpa. La comunidad de regantes de Parcent estaba cambiando la bomba de su pozo principal, del que beben los más de 5.000 vecinos de Xaló, Alcalalí y Llíber, cuando ocurrió el estropicio. Al intentar sacar la vieja bomba, ésta se desprendió y se fue al fondo del pozo. La eventualidad ha dejado sin agua potable a los tres pueblos citados.

El pozo, el de agua de más calidad, ha quedado anulado. La comunidad de regantes mantiene el suministro de Xaló , Alcalalí y Llíber, pero ahora lo hace desde otro pozo y el agua es turbia y no cumple los parámetros mínimos de potabilidad. De ahí que este miércoles los ayuntamientos hicieran bando (ahora todo se comunica a través de las redes sociales) y avisaran a sus vecinos de que el agua que sale de los grifos no es apta para el consumo. No se puede beber y tampoco utilizar para cocinar. Los vecinos sí pueden abrir el grifo para ducharse y asearse.

El alcalde de Xaló, Joan Miquel Garcés, indicó ayer a Levante-EMV que no saben cuando se podrá restablecer el suministro potable. De momento, se está intentando sacar la bomba antigua del pozo. Es una operación compleja. Si no se logra, la alternativa es realizar una nueva perforación junto a ese pozo de agua clara y buena e instalar ahí la nueva bomba.

Mientras, los vecinos tienen que comprar agua embotellada o llenar garrafas en fuentes próximas.