Sorbete de erizo, caviar de limón y picatostes. Esos son los ingredientes del sorprendente helado de erizo de mar creado por Postres Gelart o lo que es lo mismo Helados Verdú, empresa fundada en 1953 y que no para de innovar en un mundo, el de los helados, de infinita posibilidades. El helado de erizo de mar se puede comer en tarrina. De sabor suave y textura crujiente (el picatoste), evoca toda la intensidad del mar. Los "eriçons" o "bogamarins" (este último término de utiliza en Xàbia) son una delicia gastronómica de la Marina Alta. El helado es, claro está, de temporada. El erizo solo se puede capturar mediante técnicas tradicionales y en los meses de diciembre, enero y febrero. El resto del año hay veda. La especie estaba a punto de desaparecer cuando hace ya más de una década se aprobó una normativa para protegerla.

El helado de erizo de mar ha sido una de las sensaciones del D*na, el festival gastronómico de Dénia.

Hace tres años Postres Gelart ya hizo con otro helado de enorme éxito, el de gamba roja, un homenaje al marisco más famoso de Dénia.

Los responsables de esta empresa quieren reproducir en versión dulce y refrescante los sabores más genuinos de la Marina Alta. Helados Verdú se fundó en 1953. La comarca cuenta con excelentes maestros heladeros, como Marco Miquel, de Miquel Gelaters, que hoy ha ofrecido en el D*na un taller familiar de elaboración de mazapanes, turrones y postres de invierno, o Helados Palacio de Pedreguer.