El maillot arcoíris tiene tirón. Lo luce un tal Julian Alaphilippe. El ciclista francés es el campeón del mundo. Revalidó el título en septiembre en Flandes (Bélgica) tras ganarlo el pasado año en Imola (Italia). Los cicloturistas sueñan con «tropezarse» con Alaphilippe y decirle adiós con la mano. Cogerle rueda es una quimera.

Calp bulle de turismo ciclista

Pues bien, el fenómeno francés, un ciclista que corre al ataque y, por ello, es de los más admirados por los aficionados, ya rueda por las carreteras de la Marina Alta. Está concentrado junto a su equipo, la escuadra belga Deceuninck-Quick Step, en el hotel Suitopia de Calp.

Y Alaphilippe no es la unica estrella. También forman parte de este conjunto el joven Remco Evenepoel y el veterano esprinter Mark Cavendish, ganador de 34 etapas en el Tour de Francia, récord de victorias en la «Grande Boucle» que comparte con una leyenda, Eddy Merchx.

Mientras, en el Sol y Mar está concentrado el TotalEnergis, equipo francés que ha fichado este año al triple campeón del mundo Peter Sagan.

Calp vuelve ahora a convertirse en el cuartel de invierno de los equipos profesionales. Sus hoteles se han adaptado al turismo ciclista. Los corredores disponen de gimnasios y «spa». Y tienen la playa a un paso.

Las escuadras profesionales realizan en diciembre el primer «stage» de la temporada. Calp y la Marina Alta son ideales. El tiempo es agradable e invita a salir a dar pedales. Y las carreteras del interior, con duros puertos de montaña, permiten empezar a acumular kilómetros «de calidad», es decir, que exprimen y ayudan a coger la forma.

Los ciclistas profesionales tiran del pelotón. A su estela llegan a Calp cientos de aficionados y cicloturistas. También preparan aquí la temporada equipos femeninos. El municipio respira ciclismo. Y sus hoteles se llenan.

Las carreteras de la Marina Alta son un hormiguear de bicicletas. El turismo ciclista es un filón. Ya han empezado a abrir negocios especializados en vacaciones ciclistas. Alquilan bicicletas y organizan rutas. La afición a dar pedales va a más. Los principales clientes son los turistas de los Países Bajos, Gran Bretaña, Francia y Alemania. Quieren disfrutar del sol y de la gastronomía del mediterráneo y rodar por carreteras sin mucho tráfico (las del interior). Si, además, logran seguir unos metros la rueda de sus ídolos, ya es la apoteosis.