El arte disuelve los muros. El del aparcamiento del puerto de Xàbia era blanco y anodino. Una pared sin vida. Pero ahora el muro ha desaparecido. Se ha transformado en mar y puerto. El artista vasco Víctor Goikoetxea ha obrado el prodigio. El ayuntamiento le encargó un mural que reflejara la esencia del puerto pesquero. Lo terminó ayer. Y la obra atrapa. Todo el que llega a este aparcamiento percibe el alma marinera de Xàbia. El trazo es realista y los colores luminosos.

El artista explicó ayer que la obra es un doble homenaje, al puerto y a sus gentes y también a Sorolla. Ahora se cumple el 125 aniversario de la primera visita de Sorolla a Xàbia. «He seguido la estela del pintor valenciano y, por ello, esta obra es muy colorista y tiene mucha luz», destacó Goikoetxea, que dijo que es importante que el arte apele a «la memoria». Los marineros que arrastran las carretillas con las cajas de pescado son pescadores jubilados de Xàbia y los barcos con el Xorroll y el Terrible.