El incendio llega al juzgado. Ecologistes en Acció de la Marina Alta ha enviado al Seprona y al decanato de los juzgados de Dénia un escrito en el que pide el cierre inmediato de la planta de transferencias de Xàbia (antiguo vertedero) de Ramblars, que lleva más de dos meses ardiendo. Advierten de que mantenerlo abierto y que allí se siga vertiendo restos de jardinería y podas es peligroso. "A pocas decenas de metros de las llamas hay amontonadas ingentes cantidades de materiales, sobre todo restos de poda", indican. Y aluden también a las "montañas de residuos y muebles que se encuentran acumuladas desde antes del incendio".

Los ecologistas subrayan que la planta no cuenta con medidas básicas de prevención de incendios. Piden la clausura también porque "Ramblars carece de licencia". Indican que están ardiendo desde el pasado 21 de noviembre 40.000 metros cúbicos de residuos vegetales, "entre los cuales hay mezclados otros residuos como plásticos".

En su escrito, hacen referencia a una conversación telefónica del secretario comarcal de Ecologistes en Acció, Ferran Polo, con el encargado de la gestión de esta área de transferencias de residuos verdes. Éste último, según el escrito, reconoció que había peligro de que se prendiesen nuevas montañas de residuos, pero alegó que la empresa que realiza el servicio, Biomasa del Guadalquivir, no tiene otro lugar donde acopiarlos. Otro motivo de que se acumulen es que la máquina trituradora está averiada.

Los ecologistas piden la "clausura provisional urgente" de esta planta de transferencias. Sostienen que está justificado trasladar esta petición al juzgado ya que desde hace dos meses "el ayuntamiento no toma las medidas oportunas" para salvaguardar la salud pública y sigue permitiendo que se depositen allí restos verdes. "El actual incendio podría aumentar considerablemente de tamaño si alguna pavesa o brasa movida por el viento prendiera en esos montones", advierten.

Y recalcan que "las densas humaredas" del incendio llegan "en forma de niebla al Arenal, el casco antiguo de Xàbia y Gata y a numerosas viviendas diseminadas y urbanizaciones". El humo, afirman, "supone un verdadero problema sanitario y de salud pública, máxime si se tiene en cuenta que entre los restos vegetales también hay otra clases de restos, como sacas de plástico".