El tiempo se detuvo el 21 de enero de 2020 en el tramo del Blay Beach del litoral de les Marines de Dénia. El temporal Gloria había arrasado los muros de los chalés y urbanizaciones de primera línea. Los redujo a cascotes. Derribó robustos muros. La tempestad fue una piqueta implacable. Acabó con todo.

El estrago de Gloria en Dénia dos años después

Gloria causó tremendos estragos en toda la costa de la Marina Alta, desde Calp al Molinell. Costas, el Consell y los ayuntamientos se pusieron manos a la obra. La playa de la Fossa de Calp, destrozada por la gigantescas olas, ha borrado más o menos los estragos. El club náutico de les Bassetes, en el litoral de Benissa, también ha dejado atrás la catástrofe. La cala del Moraig, en el Poble Nou de Benitatxell, ha salido incluso ganando: se ha sacudido el hormigón y los coches y ahora es más natural y bella. Mientras, Xàbia reparó a toda prisa el paseo del Arenal (Passeig Tennista David Ferrer), el de la Cala Blanca y el de Marina Española y la Grava. En Dénia, los vecinos de la playa desaparecida de les Deveses reconstruyeron sus terrazas de primera línea y levantaron un parapeto de piedras de escollera.

El estrago de Gloria en Dénia dos años después

Dos años después y una pandemia de por medio, la costa de la Marina Alta ha superado la hecatombe de Gloria. Pero queda un tramo litoral donde el tiempo se congeló. La devastación recuerda cómo las gasta el mar. Y también es un aviso de que el cambio climático está ahí y amenaza la primera línea.

Ese tramo es el del Blay Beach. Antes de este brutal temporal, ya no quedaba ni un palmo de arena. El oleaje lamía los muros de primera línea. Se realizaron aportes de arena y se rescataba algo de playa. Pero el primer temporal se tragaba toda la arena. Después de Gloria, el servicio de Costas de Alicante ya advirtió de que esas regeneraciones puntuales no servían de nada y fío la recuperación de esta costa a los proyectos de espigones que está tramitando este organismo ministerial.

El primer proyecto que debe salir adelante es el de les Deveses. La cosa está atascada. Debe aprobarse la declaración de impacto del proyecto para extraer 600.000 metros cúbicos de arena de un yacimiento submarino que está en la costa de Cullera.

Los vecinos de este tramo del Blay Beach han colocado empalizadas de madera y vallas para cerrar ese gran boquete que abrió el mar. También han colocado carteles que avisan del peligro de caminar por esta costa arrasada y erizada de escombros. No se han retirado ni los cascotes ni los recios muros desplomados.