Hasta los pétreos acantilados de la Marina Alta exudan agua dulce cuando, como ha ocurrido estos días, no para de llover día tras día. El Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante ha difundido un fenómeno curioso. El agua mana del acantilado de piedra caliza del litoral de la Manzanera de Calp. Advierte de que, «después de mucho tiempo, se ha vuelto a activar el manantial que hay por allí».

Apunta que en las Marinas «es habitual encontrar surgencias en la misma costa». Recuerda que «el ejemplo más espectacular» es el del Riu Blanc. Este río discurre bajo tierra durante un puñado de kilómetros y desemboca en la falla del Moraig, en el abrupto litoral del Poble Nou de Benitatxell.

La gruta del Riu Blanc, de la que los espeleobuceadores han llegado a explorar 1.125 metros (aquí han ocurrido tragedias como la de la muerte en 1992 del experto buceador alemán Bernhard Pack), está conectada con el sumidero de la Cova dels Coloms, en el Morro de Toix de Calp.

El agua gotea del acantilado de la Falzia de Calp A. P. F.

Los topónimos también aluden a este fenómeno de las surgencias. La cala del Aigua Dolç, en la costa de les Rotes de Dénia, se llama así porque allí, junto al mar, brota un manantial de agua dulce. Recoge el agua de lluvia que cae en la Plana del Montgó.

El Laboratorio de Climatología señala que ahora, tras un episodio de intensísimas precipitaciones, es «un buen momento para descubrir estos manantiales» que nacen en los acantilados.

Y tanto. La costa kárstica de la Marina Alta es como un queso de agujeros. Durante días manará el agua que se va filtrando poco a poco.

En la escarpada costa de la Falzia, en Xàbia (está al sur de la cala de la Barraca), también brota ahora el agua. Llama la atención que del acantilado surjan pequeños riachuelos.