Una tromba de agua descomunal. Las calles de Calp se convirtieron la tarde de ayer en furiosos ríos. Se tuvieron que cerrar 105 calles, entre ellas las grandes avenidas, al quedar anegadas o por desprendimientos. El violento aguacero ha provocado el desplome de un gran muro de la urbanización Empedrola II.
Los vecinos escucharon un fuerte estruendo. El muro, por suerte, está separado de las viviendas. Eso sí, se vino abajo sobre varios coches. Los vehículos han quedado muy dañados por el impacto de los cascotes.
Los vecinos de Calp que esta mañana acuden a los paseos marítimo se frotan los ojos. Las calles eran ríos y el agua buscaba la salida al mar. Calp tiene muchas calles con fuerte pendiente. Por allí corrían los torrentes. El agua encontró salida al mar en lo accesos a las playas.
El agua ha arrastrado la arena y ha abierto grandes cárcavas en la playa. La anchura de estas cárcavas constata la violencia con la que el agua de lluvia se abrió ayer paso.
Protección Civil ha cerrado esta mañana con vallas esos accesos a las playas. Hay grandes desniveles y el agua ha desenterrado las piedras y rocas que estaban bajo la arena.
El concejal Matías Torres y los técnicos municipales están esta mañana inspeccionando todos los daños que ha dejado la furiosa tromba de agua (cayeron más de 100 litros por metro cuadrado en 12 horas). La lluvia torrencial provocó que saltaran las tapas de las alcantarillas. Calp sufrió en la tarde de ayer un diluvio.
