Yo, robot... camarero. Quién iba a imaginar que los “seres” de metal, electricidad y positrones que imaginó Isaac Asimov son ya reales y llegan al sur y al paraíso. “El Sur” es el histórico restaurante de la familia Estalrich (abrió hace 63 años). El paraíso es la cala de la Granadella de Xàbia. Y el robot camarero se llama Bella. "Nos honra estar a la última en tecnología. Todos conocemos los problemas del sector y la dificultad para encontrar mano de obra cualificada. Pero, en nuestro caso, lo que queremos es tener más tiempo para atender y charlar con nuestros clientes", ha explicado esta mañana José Ángel Estalrich. "En esta casa el trato humano no se va a sustituir nunca. Es nuestra razón de ser", ha añadido su hermana, Ana.

La familia Estalrich es pionera en la Marina Alta en incorporar robots a la hostelería. Bella se encargará de las tareas más ingratas. Servirá mesas y recogerá las platos sucios. Liberará a la plantilla de ese trabajo. José Ángel ha insistido en que va a mantener a todos los trabajadores de este restaurante familiar. Ha subrayado que ese nuevo "empleado" robótico lo que le permite es, precisamente, que los camareros se dediquen plenamente a eso que distingue al Sur: explicar con detalle la cocina marinera, el menú celiaco o la historia de este restaurante de la bellísima cala de la Granadella.

Un responsable de la empresa Mucybar Computer explica cómo funciona Bella A. P. F.

Sin saberlo, José Ángel Estalrich enuncia la primera ley de la robótica que expuso Asimov: "que los robots no hagan daño a los humanos". Bella no le va a quitar el puesto de trabajo a nadie.

Bella y el otro robot que también estaba hoy en el restaurante Sur, que se llama Ketty y tiene una pantalla para promoción (eso sí, su capacidad de carga es de 30 kilos, diez menos que Bella), han entrado hoy en la hostelería de la Marina Alta. A su presentación, han asistido hosteleros de la comarca. Han estado, entre otros, el presidente de la Asociación de Restauradores de Xàbia (ARX), José Manuel Piña, y la gerente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta (AEHTMA), Reme Cerdá.

Estos robots camareros vienen de China. Los fabrica la empresa PUDU. La empresa valenciana Muzybar Computer los comercializa e España. Sus responsables han asegurado que la inteligencia artificial es el futuro. Han recalcado que los países con más robótica son los que tienen las tasas de paro más bajas. Y han incidido también en que un sector que genera mucho empleo, como es el automovilístico, está muy robotizado.

Nadie ha ocultado que estos robots camareros pueden resolver el gran problema de la hostelería: la falta de trabajadores.

El robot camarero ha llegado. Y ha aterrizado en una cala que sobresale por su belleza natural. Quién iba a imaginar que la Granadella entraría en el universo de Asimov. Hasta ahora lo único que era ciencia ficción en esta cala era el color turquesa de su agua.

Y un detalle: Bella vale unos 12.000 euros.