En la primavera del asombro meteorológico, faltaba la niebla. Xàbia ha desaparecido. La bruma se la ha tragado. Esta mañana los vecinos, al abrir las ventanas o salir a la calle, se frotan los ojos. No hay horizonte. Una fuerte condensación ha provocado que emanase del mar una espesísima niebla.
Desde la Plana del Montgó, no se ve nada del pueblo. Un mar de niebla lo ha borrado.
Estas brumas litorales no son extrañas. Pero suelen producirse en enero y febrero, que es cuando más contraste de temperatura hay entre un mar todavía frío y una atmósfera que se caldea. Ahora, bien avanzado mayo, este fenómeno sí es más insólito. Pero la meteorología está empeñanda este año en llevarle la contraria al calendario. El luminoso mayo se muestra hoy sombrío y fantasmagórico.