La banda en activo más legendaria son los Rolling Stones. Es indiscutible. Ofrecieron anoche un concierto en el estadio Wanda Metropolitano, en Madrid. Tampoco se puede discutir que allá donde van se desata un huracán. Sus fans y los periodistas se relamen con las extravagancias de sus «Satánicas Majestades». Pero esta vez no han pedido nada del otro mundo. Se han hospedado en el lujoso hotel Rosewood Villa Magna, han acudido a restaurantes con estrella Michelin, han visitado museos y han disfrutado de una fiesta flamenca privada. Y allí, en la zambra, a la que asistieron Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y sus familias, surgió el embrujo. Jagger se enamoró de la guitarra flamenca. Le dijo a los músicos que quería una. No es, desde luego, un souvenir, sino puro duende, y un artista como Jagger sabe dónde está la magia. Los músicos, todos figuras del flamenco, coincidieron en que si el carismático cantante de los Stones quería una guitarra ésta debía ser artesanal y de ley.

Lo que ocurrió a continuación fue que le sonó el teléfono a Adam Broseta, que junto a su hermano David regenta el taller Guitarras Bros, fundado por sus abuelos en 1974 en una casita de Gata de Gorgos que se asoma al Montgó.

«Sabíamos que Mick Jagger es un apasionado del flamenco. Que un músico tan mítico tenga ahora una guitarra nuestra es algo muy grande», explicó ayer Adam a Levante-EMV. Los dos hermanos eligieron una joya: una guitarra de cuerpo de coral. «Es muy exclusiva. Está fabricada con maderas antiguas de la familia Broseta. La tapa es de pino alemán y el mástil de cedro de Honduras con 54 años de secado».

Los hermanos viajaron el martes a Madrid. Acudieron al hotel donde se hospedan los Rolling Stones. Entregaron la guitarra al manager de la banda y volvieron a la Marina Alta. Fue un viaje relámpago. Adam y David tenían compromisos laborales inaplazables. Eso sí, regresaron ayer a Madrid para asistir al concierto. La banda les había regalado entradas VIP.

A estas horas, seguro que Jagger ya ha rasgueado su guitarra flamenca. Puro duende.