Los vigilantes de la posidonia oceánica tienen trabajo por delante. Van a hacer mucha pedagogía. Corregirán a los navengantes que arrojan el ancla sobre las praderas de esta planta marina protegida y endémica del Mediterráneo. La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha presentado esta mañana en Dénia este servicio de la Generalitat Valenciana. El día viene al pelo. Hoy ha entrado en vigor el decreto para la conservación de las praderas de fanerógamas marinas en la Comunitat Valenciana.

Dieciocho vigilantes patrullarán el litoral valenciano a bordo de ocho zódiacs. Dos de estas embarcaciones tendrán sede fija en Dénia y València. Las otras seis serán itinerantes, pero recorrerán sobre todo las franjas litorales de Alcalà de Xivert, Oropesa, Xàbia, Calp, Alicante y Torrevieja. Otra diferencia es que los vigilantes de Dénia y València prestarán servicio hasta el 30 de noviembre, mientras que los de las embarcaciones itinerantes lo harán hasta el 31 de agosto.

La consellera ha insistido en que en este primer verano del servicio de vigilancia y de aplicación del decreto se va a hacer "mucha divultación y concienciación". Ha explicado que se "corregirá" a los navegantes que arrojan el ancla sobre "los grandes bosques marinos del Mediterráneo". Se ha mostrado confiada en que nadie se empecinará en fondear ilegalmente sobre la posidonia. No obstante, ha señalado que a quien "agreda" a conciencia estos ecosistemas marinos se le impondrá una sanción grave que conlleva una sanción de entre 3.000 y 200.000 euros. No obstante, ha insistido en que la experiencia en las Illes Balears, pionera en España en la protección de la posidonia y el control de los fondeos, lleva a pensar que los navegantes obedecen y, al final, se conciencian de que es fundamental preservar las praderas marinas.

Mireia Mollà, el alcalde de Dénia y la secretaria autonómica de Emergencia Climática, antes de zarpar junto a las zodiacs de vigilancia A. P. F.

Mollà también ha subrayado que la Comunitat Valenciana es con 44.000 hectáreas de posidonia oceánica la segunda comunidad con más superficie de esta valiosa planta marina. Mientras, la secretaria autonómica de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Paula Tuzón, ha advertido de que la posidonia es "un hábitat estructurante que crea ecosistemas marinos", tiene una gran capacidad de absorción de CO2 y sus arribazones (las hojas muertas que llegan a la orilla de las playas) protegen el litoral de la erosión.

La consellera también ha anunciado que su departamento está trabajando con el Oceanogràfic para actualizar la cartografía de la posidonia y crear una APP para que los navegantes sepan donde no deben fondear.

A la presentación, han asistido los alcaldes de Dénia y Xàbia, Vicent Grimalt y José Chulvi, así como concejales de estos municipios y el edil de Playas de Calp, Maties Torres. Mireia Mollà le ha prometido a este último concejal que se reunirá con el Ayuntamiento de Calp para abordar la ampliación de la piscifactoría, proyecto al que se opone el consistorio, los pescadores y la sociedad calpinas.

La consellera y los alcaldes se han embarcado y han navegado hasta el Faralló de Dénia. Ha sido de alguna forma la "botadura" del servicio de vigilancia de la posidonia oceánica.