Cristóbal Balenciaga es una leyenda. Forma junto a Coco Chanel y Christian Dior la santísima trinidad de la alta costura. Tras la leyenda hay historias. Una es la de su amor por Xàbia, el pueblo que se convirtió en su refugio mediterráneo. Se hospedaba en el Parador de Turismo, donde murió al sufrir un infarto el 23 de marzo de 1972. Este año se cumple el medio siglo de su fallecimiento.

Balenciaga fue un genio de la moda. Xàbia le rendirá homenaje. «Fue el último paisaje que vieron sus ojos. El descubrimiento de este pueblo mediterráneo fue muy importante para él. El clima le iba bien a sus huesos. Surgió una historia de amor y Xàbia se hubiera convertido en su sitio de referencia», destacó ayer Pedro Usabiaga, el comisario de «El Siglo de Balenciaga», la exposición que el próximo 1 de julio se inaugura en tres sedes en Xàbia. Usabiaga ha avanzado que en esta muestra se podrán ver trajes muy poco conocidos y cedidos por clientas del modisto y por coleccionistas. Son diseños que no se pueden ver en los museos. Xàbia se convertirá durante el verano en la capital de la alta costura.

El alcalde y el concejal de Cultura junto a una foto de Balenciaga y el cartel del ciclo Levante-EMV

Al día siguiente de la inauguración de «El Siglo de Balenciaga», el Parador acogerá una jornada en la que participan, entre otros, el modisto Lorenzo Caprile, Miguel Carmona, que fue el chófer de Balenciaga durante sus estancias en Xàbia, o Elena Iribarren, poseedora de una de las grandes colecciones privadas de trajes del gran diseñador de Guetaria. En la exposición de la Casa del Cable, se indagará en el día a día de Balenciaga en Xàbia.

El cartel narra otra historia. Aparece la modelo Ana María Casado, que era de Jaén, desfilando con un maravilloso traje del modista vasco. Fue una de sus musas y triunfó en las pasarelas en los años 50 y 60.