Dénia anhela el tren. El "trenet de la Marina", que llegó a la ciudad el 11 de julio de 1915 (en unos días se cumplen 107 años), volverá a circular el próximo año cuando por fin termine la modernización del tramo entre Calp y Dénia. El otro tren, el de Dénia-Gandia, sigue en el aire. El Consell trabaja en construir un tranvía para recuperar esta línea que se cerró en 1974.
Mientras tanto, lo que sí late con fuerza es el pasado ferroviario de Dénia. "Latidos de la Metrópolis". Ese es el nombre de la gran escultura de 6.500 kilos de peso que ha creado el artista Víktor Ferrando con materiales antiguos reciclados (raíles, traviesas, tornillos, ballestas y bordillos de los andenes) de la antigua estación de Dénia. Esos materiales estaban condenados a la fundición. Ahora cobran nueva vida. Y recuperan el latido ferroviario.
En este proyecto artístico participan el Rotary Club de Dénia, el ayuntamiento y Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Esta mañana el alcalde, Vicent Grimalt, el creador y la presidenta del Rotary dianense, Adela Chelet, la donación gratuita al ayuntamiento de la formidable escultura.
Las piezas están datadas entre 1913 y 1950. Ferrando ha subrayado que en Francia y Alemania un raíl fechado en 1913 se protege inmediatamente. Aquí es chatarra y está condenado a la fundición.
La escultura tiene vida. Se mueve. Cuenta con tres motores que accionan una puerta. Además, Ferrando ha explicado que el tratamiento que hace del hierro (lo comprime y multiplica sus toneladas de fuerza) provoca las moléculas del hierro "estén en constante movimiento". "Es un material absolutamente vivo".
El artista también ha precisado que esta obra es "una gran puerta a la memoria ferroviaria".
El alcalde ha calificado la escultura de "impresionante". "Tengo que agradecerle a Víktor esta donación al pueblo de Dénia que ha gestionado el Rotary", ha dicho Grimalt, que ha destacado que las piezas que forman la obra y que proceden de la antigua estación dianense "se van a quedar aquí".
