«Desde donde mejor se ve a los rorcuales es desde tierra, desde el observatorio de les Rotes, desde la Torre del Gerro o desde el cabo de Sant Antoni y el Cap Prim». Eduardo Belda recalcó ayer que no hay que echarse encima de las ballenas para disfrutar de su majestuoso paso por la costa de Xàbia y Dénia. Desde esos puntos elevados y con unos prismáticos, se puede ver a estos grandes cetáceos deslizarse por las aguas y resoplar por el espiráculo. Con suerte, pueden emerger del agua y dibujar uno de sus espectaculares saltos.

Mientras, Eduard Degollada advierte de que hay navegantes que incluso colocan sus barcas en paralelo a las ballenas y las dirigen hacia las rocas.

Estos dos investigadores coinciden en que ven más falta de escrúpulos en las tripulaciones de las embarcaciones de alquiler. No tienen miramientos y aceleran para ir detrás de las ballenas. Ambos recalcan también que cruzarse en el rumbo de las ballenas, perseguirlas y acercarse a ellas esa sancionable y las multas son elevadas.

Incluso se puede multar a los autores de vídeos y fotos en los que se ve claramente que se incumple la distancia mínima de 60 metros.