Una búsqueda a contrarreloj con final feliz. Alan H., de 80 años y que sufre Alzheimer, desapareció en la mañana de ayer. Salió del chalé de la urbanización Gran Sol de Calp en el que vive con su esposa sin que ella lo advirtiese. En cuanto la mujer se dio cuenta de que su marido no estaba en casa, avisó a los servicios de emergencia. Era vital encontrarlo rápidamente.

Alan H. desapareció poco antes de la 12 horas. La urbanización es de muchas e intrincadas calles y este anciano podía haber tomado cualquier dirección. La Guardia Civil puso en marcha una intensa búsqueda. A primera hora de la tarde, llegaron desde València unidades cinológicas (perros adiestrados para encontrar a desaparecidos). Apretaba el calor y se temía que el hombre, sin beber ni comer nada desde hacía varias horas, se pudiera haber deshidratado. El tiempo corría en contra.

Pasaban las horas y no se daba con el anciano. Se hizo de noche. La búsqueda continuó y poco antes de la medianoche los agentes por fin lo hallaron. Estaba tirado en el suelo en una pinada ya del término municipal de Benissa. Después de caminar todo el día y no ingerir ningún alimento, el anciano estaba exhausto y desfallecido. Acudieron los servicios sanitarios. Lo estabilizaron y lo trasladaron al centro de salud de Benissa. Su estado de salud, a pesar de haber vagado durante las 12 horas que estuvo desaparecido, era bueno.

El hombre ya está en su vivienda y su familia respira. La angustiosa búsqueda tuvo un final feliz. La rápida movilización y la insistencia de los agentes en rastrear todos los rincones (eran conscientes de que urgía dar con el desaparecido) fueron cruciales para hallar con vida y en relativo buen estado al anciano.