La discoteca Achill de la playa del Arenal de Xàbia, precintada el 20 de mayo por la Policía Local, podrá reabrir ya este fin de semana. El juez de Alicante que lleva el contencioso que presentó la empresa Jávea Company, que gestiona este negocio y los locales también clausurados entonces, el Acqua y la Bámbula, ha admitido las medidas cautelares que pidió la mercantil. Una de ellas era que se levantara el precinto y que el local pudiera volver a funcionar. Por tanto, esta discoteca recuperará su actividad hasta que se resuelva el contencioso administrativo que Jávea Company presentó contra la orden de cierre dictada por el ayuntamiento.

El magistrado no se ha pronunciado todavía sobre las medidas cautelares solicitadas también para los otros locales.

El caso es complejo. El consistorio se vio abocado a cerrar siete locales del extremo sur de la playa del Arenal al exigirlo la Agencia Valenciana Antifraude. Dos no llegaron a abrir. Los otros cinco (además de los tres citados, el Botánico y el Salt) incumplieron la orden de cierre y tuvo que acudir la policía a precintarlos. Todo empezó con la denuncia de un vecino que no podía pegar ojo por las noches. La Agencia Antifraude pidió al ayuntamiento la documentación y comprobó que los locales carecían de licencia y presentaban deficiencias. Le dio al ayuntamiento un ultimátum para que los cerrara. El consistorio ya no vio más salida.

Ahora se abre un nuevo escenario. El gerente de Jávea Company, Edgar Slama, cargó contra el consistorio. Denunció que llevaba 25 años intentando conseguir los permisos para sus negocios. "En Xàbia hay más de mil locales sin licencia", afirmó en una cacerolada contra el precinto de sus negocios que reunió a más de 300 personas.

Este fin de semana vuelve la actividad y la algarabía al extremo sur de la playa del Arenal, que permanecía en silencio desde mayo. La empresa lo recibe como un éxito, pero los procesos judiciales son largos y queda mucho camino por delante.