El lujo echa el ancla en Xàbia. A su litoral llegan muchos barcos, pero el superyate que ha fondeado hoy los deja a todos a la altura del betún. Es el Okto, de 66,4 metros de eslora y 10,5 de manga. Cuenta con helipuerto, discoteca, cine y gimnasio. Está preparado para que se alojen en él diez persona. Dispone de una tripulación de 17 marineros. Mantenerlo en funcionamiento sale al año por 5 millones de dolares. Este superyate de lujo está valorado en 50 millones de dólares.

Ahora se alquila a ricachones. Pero perteneció al magnate griego del transporte marítimo y el acero Theodore P. Angelopoulos, que es el propietario de Metrostar Management, uno de los principales operadores de petroleros del mundo. Antes de navegar en el Okto, Angelopoulos fue dueño del yate Alfa Nero, de 82 metros, que vendió por 115 millones de dólares al multimillonario ruso Andrey Guryev. El magnate griego también compró en 1990 Old Rectory en Chelsey, considerada entonces la mansión más grande y cara de Londres.

El Okto también es una mansión, pero flotante. Su silueta destaca con fuerza en la bahía de Xàbia. Desde tierra se divisan muchos barcos (sobre todo ahora, en pleno verano). Xàbia es un foco de atracción del turismo náutico. Pero no es tan habitual que asomen gigantes como éste. Al lado del Okto, los otros barcos de recreo parecen de juguete.