Los dos grandes símbolos de Calp son el Penyal d’Ifac y la Muralla Roja. El primero, un antiquísima isla unida a la tierra en el Cuaternario por un istmo de arena, es una maravilla de la geología. La Muralla Roja es una genialidad arquitectónica.

La concibió Ricardo Bofill Levi, que falleció el pasado mes de enero. Tenía 82 años. También ideó otros edificios emblemáticos de Calp, como el Xanadú, el Anfiteatro, Plexus o esa ruina que es hoy el Club Social (el ayuntamiento quiere restaurarlo). Bofill plasmó en el litoral de la Manzanera un ideal arquitectónico. La Muralla Roja, esa construcción laberíntica inspirada en la «qasba» árabe, es el paradigma de la arquitectura social y utópica de Bofill. El próximo año se cumple el 50 aniversario de su construcción. Calp conmemorará el «Año Bofill».

La Muralla Roja es materia de estudio en las facultades de arquitectura

La Muralla Roja es materia de estudio en las facultades de arquitectura David Revenga

Antes, este 9 d’Octubre, el municipio saldará una cuenta pendiente. Le entregará a título póstumo a Ricardo Bofill el premio «Jaume Pastor i Fluixà». Es el principal reconocimiento que concede el ayuntamiento. Lleva el nombre del ilustre historiador local Jaume Pastor i Fluixà.

Calp también premiará el 9 d’Octubre a los voluntarios del Centre Cívic dels Majors. Recibirán el galardón al mérito ciudadano.

Mientras, el premio al mérito turístico será para el grupo Sol y Mar. La familia Oltra creó hace más de 25 años una empresa hotelera que se ha convertido en uno de los grandes referentes en el sector en la Comunitat Valenciana.

Clara Torres Tro, impulsora del deporte femenino en Calp, recibirá el galardón al mérito deportivo.

La medalla al mérito cultural se otorgará al Foto Club Ifach, fundado en 1976, y la del mérito empresarial a Josefa Martí Boronat, gerente de la Carnicería Ferrer, establecimiento emblemático del casco antiguo de Calp.