El incendio que comenzó la noche del sábado al caer un rayo en la Vall d'Ebo, en la comarca de la Marina Alta, habría supuesto ya la muerte de 70.000 animales. La Fundación Franz Weber ha aplicado el modelo predictivo de la mortandad de fauna en grandes fuegos creado por el catedrático Christopher Dickman, de la Universidad de Sidney (Australia).

Eso sí, esta fundación conservacionista realizó los cálculos cuando las llamas habían devorado 6.500 hectáreas. Ahora ya han calcinado 10.000. La ONG advierte del enorme impacto en la fauna de un incendio de las dimensiones del de la Vall d'Ebo, que abraza un perímetro de 65 kilómetros.

Los cálculos de Dickman están basados en la ola de incendios que sufrió Australia durante 2020. Este modelo estima que en cada hectárea de monte hay entre 10 y 15 animales de especies diferentes. Así pues, en una superficie calcinada de 10.000 hectáreas, la mortandad de animales sería de 100.000.

Esta fundación pide que se prohiba la caza de los animales que han sobrevivido. Pide que ese veto sea "atemporal".

La montaña que ha quedado calcinada ofrece un paisaje lunar. Ha desaparecido la vida. Sí se ha visto en terrenos que no han ardido a manadas de arruíes (cabras del Atlas introducidas en la Península Ibérica en los años 70 con fines cinegéticos) que han escapado de las llamas.