Y ella dijo «sí, quiero». Andrea Sánchez no se esperaba el arranque romántico de su novio, Mario Lemus, durante el gran desfile de gala de las fiestas de Moros y Cristianos de Dénia. El acto tuvo lugar el lunes. La calle Marqués de Campo estaba repleta. Miles de personas asisten a este desfile en el que las «filaes» muestran todo su poderío. El desfile se esperaba con ansia. Tras dos años sin poder realizarse por la pandemia, la calle volvía a respirar fiesta. Las marchas moras y cristianas y las indumentarias y los espectaculares boatos maravillan a los espectadores.
En un momento del desfile, cuando la «filà» cristiana Guerres Hospitalaris había llegado a la mitad de Marqués de Campo, su cabo de escuadra Mario Lemus se acercó a donde estaba sentada su novia. Era más que un saludo. Ella esperaba un gesto de complicidad y que su novio le dedicara algún movimiento especial de la escuadra.
Pero Mario había preparado una sorpresa. Se acercó a su novia. Se puso de rodillas y le entregó un anillo. Ella, cuando Mario se arrodilló, ya veía venir que le iba a pedir matrimonio. Sorprendida, nerviosa y emocionada, le dijo a su novio que aceptaba la petición de mano.
Fue un momento muy especial. El público también se emocionó. Aplaudieron a la pareja. Muchos de los asistentes grabaron la petición de matrimonio con sus teléfonos móviles. No fue, desde luego, una manera muy íntima de declararse.
Los prometidos se cuchichearon confidencias al oído. Se les veía felices. Ahora ya no se pueden volver atrás. Estas peticiones de mano en actos multitudinarios son en firme. El instante ha quedado inmortalizado. El espectacular desfile de Moros y Cristianos dejó este arranque apasionado.
Fue una anécdota. Duró apenas un minuto. Y el desfile siguió, como la vida.
