Aplausos, lágrimas, dolor y mucho, pero que mucho cansancio. El triatlón de esta mañana en Xàbia ha sido todo un "tour de force". Ha resultado épico. Todos los triatletas han tenido que luchar contra la lluvia (mantener el equilibrio en la bicicleta en algunas curvas era complicado) y el vendaval. De entrada, el triatlón se ha quedado en duatlón. El fuerte temporal ha obligado a suspender el segmento de natación. Terminar la prueba ya era toda una proeza.

Pero había otra intrahistoria. Volvía a competir tras cinco años Scott Gordon, uno de los supervivientes del atropello en la N-332 en Oliva en el que murieron tres ciclistas. Este triatlón, de hecho, lleva el nombre de "memorial Edu Monfort", que fue uno de los fallecidos. Una conductora ebria se llevó por delante a la grupetta de seis ciclistas de la sección de triatlón del club de atletismo Llebeig de Xàbia. Scott quedó gravemente herido. Todavía arrastra secuelas. Pero hoy ha vuelto a sentirse deportista. Ha sido toda una catarsis.

Jaume y Scott, exhaustos y emocionados, tras llegar a meta A. P. F.

Scott, que ha sufrido mucho en el tramo de carrera a pie, ha ido acompañado en todo momento por Jaume Escortell, otro de los supervivientes de aquella tragedia. La entrada a meta de ambos ha sido emocionante. Los dos han liberado muchísimo del dolor y del sufrimiento de todos estos años de lentísima recuperación. Lo han hecho también para homenajear a los tres compañeros que perdieron la vida.

Scott Gordon y Jaume Escortell han entrado juntos y emocionados a meta. Se han fundido en un abrazo. Luego se han abrazado con sus esposas y familiares. Scott ha cumplido uno de los objetivos que se marcó durante su durísima y, a veces, muy frustrante recuperación (lo llegó a operar el doctor Pedro Cavadas para que pudiera recuperar la movilidad de su pierna izquierda). Ha vuelto a completar un triatlón. Ha vuelto a disfrutar de un deporte que le apasiona. Ha terminado cojeando y visiblemente dolorido. Las secuelas siguen ahí.

Scott Gordon se abraza a su esposa A. P. F.

Y estos triatletas, al igual que todos los que han participado hoy en el TriXàbia, se han enfrentado a una prueba épica. La lluvia ha arreciado con fuerza y las rachas de viento dificultaban muchísimo ir en bici e incluso avanzar en la carrera a pie.

Imagen tomada a primera hora de la mañana, antes de que comenzara a llover, de la playa del Arenal, donde se ha disputado el triatlón